Aplicaciones

Según Kenneth Bruscia, en 1.997, la Musicoterapia engloba un abanico muy amplio de prácticas clínicas y aplicaciones, y, dependiendo del encuadre y de la orientación del musicoterapeuta, la Musicoterapia se aplicará de forma diferente en las diferentes áreas o entornos. La diferencia está basada en la fundamentación teórica y/o práctica que sostiene el trabajo en si, en la evaluación que realiza cada profesional, en los procedimientos y en la meta para cada caso en concreto.

Entre otras, la Musicoterapia se puede aplicar en diferentes necesidades como:

·         Niños con dificultades en el aprendizaje, problemas de conducta, trastornos profundos en el desarrollo (autistas), con trastornos médicos crónicos y/o degenerativos (cáncer, etc.), niños con deficiencia mental, con deficiencias motoras o físicas, con dificultades de socialización, con baja autoestima, etc.

·         Adultos con enfermedades degenerativas (Alzheimer, etc.), problemas de farmacodependencias y/o abuso de sustancias, daño cerebral por enfermedades o por traumatismos, problemas de dolor crónico (cáncer, fibromialgia, etc.), paciente terminales, incapacidades físicas, etc.

·         Personas que no tienen patologías pero utilizan la Musicoterapia para obtener un bienestar y desarrollo integral, además de otros beneficios como, crear el vínculo de forma temprana con el bebé por nacer en el caso de la Musicoterapia prenatal, aumentar la creatividad y la capacidad para resolver problemas, disminuir la ansiedad y el estrés, mejorar la autoestima, etc.

La Musicoterapia se puede aplicar en diversidad de instituciones o lugares como: escuelas, hospitales, centros de salud, residencias para mayores, centros de día, cárceles, empresas, gabinetes, domicilio particular, etc., dependiendo del área y/o de la necesidad del paciente-cliente.